God dag, abrasivos lectores, en esta oportunidad les contaremos una jocosa historia que tuvo lugar hace ya mucho tiempo atrás por lo que se puede considerar una anécdota clásica en nuestra querida familia. Nuestra protagonista en esta ocasión es nada más y nada menos que Lissy, sí, una de las primas más eclécticas de los Macotela (sea lo que sea que eso signifique) y muy socorrida al momento del casque (eso sí sabemos qué significa).
Bien, resulta que ella se encontraba en plena infancia pre-pubertina cuando su vida se iba en juegos propios de su edad y como la mayoría de niños, en ir de un lado a otro y de arriba a abajo con sus primos. Cabe resaltar que dije primos y no primas pues así era realmente ya que nuestra protagonista era compañera inseparable de el Chieff y Alfredo, dos hombres (bueno, uno no tanto…), ya que los tres eran contemporáneos y vivían prácticamente juntos, se puede entender que formaran un grupo muy unido. También se puede entender que ellos, evidentemente por ser hombres, tuvieran una gran influencia en Lissy, al grado de volverla… mmm… como decirlo… algo machorra. Pero lo que si no se puede explicar es el grado de dañadez al que llevaron a nuestra querida prima, pues ella de plano, lo ha confesado, quería ser niño!. Es cierto, queridos lectores, su comportamiento, actitudes, maneras y demás eran una copia pirata de las de sus primos varones, los cuales, dentro de la crueldad inocente que a veces te da la puericia, la rechazaban por ser mujer y la molestaban por sus acciones. Aunque lo verdaderamente gracioso de esta historia es que Lissy, en su afán de ser un niño como sus primos, quería hacer pipí de pie!…
Miles de años de evolución del ser humano no significaban nada para nuestra prima, la cual estaba empeñada en contravenir a la naturaleza y orinar de pie. Según cuenta la historia, nuestra prima llevó a cabo varios intentos, cada uno más gracioso que el anterior, aunque, huelga decirlo, todos infructuosos. Este es el momento en que debemos imaginarnos a Lissy entrando al baño junto con sus 2 primos diciéndoles: “yo también puedo hacer de pie”. Acto seguido, la niña bajándose sus pantalones e intentando atinarle al inodoro… y fallando. Después, el Chieff y el Alfredo burlándose de Lissy por haberse mojado todo el pantalón. Por último, la niña llorando de frustración y maldiciendo al creador por haber nacido con “rayita” en lugar de con “manguerita”.
Afortunadamente nuestra querida prima logró superar (o eso creemos) este trauma infantil y tuvo una vida más o menos normal (conste que dije más o menos).
Este iba a ser el fin de la historia pero resulta que, mirando una cuantas páginas en internet, descubrí que Lissy y su “problema de identidad” motivaron a unos científicos estadounidenses a que crearan un invento que, de haber existido en la época en que se desarrolló esta historia, es decir, cuando Lissy era una niña, es decir, hace mucho, pero mucho tiempo, seguramente el crecimiento de nuestra prima hubiera sido totalmente diferente y tal vez ahora en vez de hablar de la prima Lissy estaríamos hablando de el primo Luis.
Así es mis lectores, ahora les presentamos este novedoso invento que básicamente consiste en un embudo que le ayuda a las mujeres a hacer pipí de pie, negando con esto las leyes de la naturaleza y dándole a las féminas traumadas una ayuda en la búsqueda de su verdadera personalidad.
Si quieren saber más del tema aquí les pongo el Link Oficial de este práctico invento donde pueden ver como se usa este accesorio o incluso adquirir uno si lo desean. Solo esperamos que, después de ver esta entrada, nuestra prima Lissy en vez de “Buscar su Juventud” como normalmente acostumbra, no vaya a recordar su infancia y empezar a “Buscar su Verdadera Identidad”.
Saludos.
-Tt.