La muerte es cosa seria.
La muerte para los mexicanos es digna de un estudio sociológico, pues significa, para la mayoría, más que terminar la vida terrenal para pasar al plano espiritual, más que llegar al cielo o al infierno, más que una celebración folclórica o religiosa; la muerte engloba estos aspectos y más, y está presente en muchos rubros de nuestra sociedad. Aún así, los mexicanos respetamos a la muerte todavía y, sobretodo, el dolor de otra persona ante la muerte de un ser querido.
Pero no olvidemos, amables lectores, que a Selene, encerrada en su mundo de película, no le aplican las generalidades que le aplicarían a la mayoría de la población. Y nada mejor para explicar esto que les comento, que la siguiente anécdota:
(Por razones de respeto, no publicaremos los nombres de los dolientes ni de a quien estaban velando).
Hace casi un año, Margara, María y Selene acudieron a un velorio en el centro de la ciudad. Una amiga de Margara falleció y ellas tres, conocidas de toda la vida de esa familia, no podían dejar de asistir a tal evento, para dar el pésame a los familiares, como dictan las buenas costumbres y los códigos de ética.
Las 3 partieron de casa de Margara, en el carro de Selene, para trasladarse al sitio donde se realizaría la liturgia previa al funeral. Ellas, evidentemente, iban vestidas de riguroso negro, como corresponde. Una vez llegadas a la funeraria, entraron en el salón en el cual se llevaba a cabo el responso.
Siempre es incomodo, y cualquiera que haya asistido a un velorio lo podrá confirmar, el intentar dar consuelo a los dolientes, y muchas veces no encontramos las palabras adecuadas para el momento y, otras tantas veces llegamos a decir algo completamente distinto de lo que queríamos expresar. Pero lo que hizo Selene fue increíble. Cuando llegaron al lugar, fue a recibirlas uno de los hijos de la difunta, el cual las conocía de bastantes años atrás y les hablaba bastante bien. Selene, al ver que se acercaba, se adelantó a Margara y a María, lo abrazó y le dijo: -"felicidades... muchos días de estos".
(!!!) Así como lo leen amables seguidores, Selene en su nerviosismo trató de ser educada y correcta y resultó... bueno! para qué lo decimos, es Selene!. En el instante siguiente a su error, se dio cuenta e intentó pedir disculpas, argumentando que estaba muy angustiada y que no había querido decir eso, el hijo de la difunta al principio creyó que se trataba de una broma típica de ella, pero después se dio cuenta que no era así y se sacó mucho de onda; Margara y María le ayudaban a disculparse completamente sorprendidas por lo que acababan de escuchar. El momento incomodo pasó, el hijo se retiró a ver a sus demás familiares y una nueva anécdota que contar en la vida de Selene había ocurrido.
Así sucedieron lo hechos, amables lectores, si alguno de uds. no lo cree, recuerde que tenemos 3 testigos presenciales que confirmaran la historia en cuanto se les requiera. Y no olviden que por algo esta sección se llama como se llama...
Hay algo mas que contar?... creo que con eso es suficiente.
Hasta la próxima.
-Tt.