Invitados por el amigo de años de mi Mamá, Enrique Ramos, fuimos a conocer el pueblo de Molango, en Hidalgo. Viajamos durante 4 horas (una entera de puras curvas) pero valió la pena por conocer ese bonito lugar, pero sobretodo, a una persona tan agradable y amable como Enrique. Después de todo, cuantas veces tendremos la oportunidad de convivir con un multi-ganador de Records Guiness y reconocimientos de Ripley´s?. Como dije, el trayecto fue un poco tortuoso pues se hizo largo y gracias a las curvas de la carretera, y a que el Lindo iba dispuesto a demostrarles a los hidalguenses que aprendió a manejar en el D.F, Rei y Crista vomitaron en repetidas ocasiones. Ya en el pueblo lo primero que salta a la vista es la basta vegetación que posee y el que esté enclavado en medio de montañas, me hizo figurarme un Guanajuato, pero en pequeño.
Llegamos a la casa de Enrique e inmediatamente se notó lo buenas personas que son él y su familia, pues siempre estuvieron preguntándonos si estábamos bien y ofreciéndonos comodidades. Por cierto, su casa es a lo que se le puede llamar realmente casa de descanso, y tiene muy buena vista de las montañas. Fuimos a comer a un restaurante al lado de la laguna de Atezca, no, no escribí mal, así se llama, laguna de Atezca, la cual es de los principales atractivos turísticos del lugar. Ahí se pueden rentar lanchas, tirolesa, motos, caballos y hasta echarse una nadadita si apetece. Para acampar está perfecto, pues ya nos imaginamos a la orilla de la laguna, con un cielo estrellado, hieleras repletas de cerveza y alcohol, y una guitarra para la bohemia. Ojalá se nos haga algún día de estos.
Hicimos lo básico que se puede hacer en este tipo de pueblitos, visitar todos los sitios de interés que el tiempo nos permita (vimos el ex-convento Agustino construido en el Siglo XVI, la pequeña cascada, el centro y el mercado principal), comer y tomar unas cuantas cervezas para ver que tal caen en ese ambiente. Y con Enrique y su esposa, nos la pasamos platicando de su obra, sus escapadas a Molango (él vive en E.U.), y recordando tiempos pasados, más que nada él y la Margara pues, por cierto, fueron novios cuando jóvenes.
Básicamente transcurrió así nuestra andanza por estas latitudes, todo muy bien y tranquilo, ahora no hubo maldad, excepto por el Vic, quien se aventó su primer fumada (ver "los destrampes del Vic", en este mismo blog) ya que Enrique es testigo de Jehova y nosotros respetamos, a veces. Por cierto, nos mostró en vivo y a todo color su más reciente obra: "La Tlayuda mas Grande del Mundo", la cual es una mega-tortilla pintada con motivos mexicanos; todo un honor ser de los primeros en verla terminada. Total que nos la pasamos a gusto y prometimos regresar con más banda para, ahora sí, mostrarle a Molango de que estamos hechos. Hasta entonces.
Dejo algunas picks de nuestra estancia en este pueblito; si quieren ver todas las fotos que tomamos denle click AQUÍ.
Y para conocer mejor a Enrique Ramos, les dejo algunas fotos de sus obras, entre las cuales incluyo pinturas en frijoles, murciélagos, mariposas, telarañas; grillos disfrazados como Michael Jackson, retratos de famosos hechos con dulces, chocolates m&m, gomitas y lentejas, y una escultura de Los Beatles en goma de mascar. Esto es solo una pequeñísima parte de lo que este artista plástico ha creado, más adelante postearemos más imágenes de su trabajo, verdaderamente interesante.
Hasta luego amables lectores.
-Tt.
No hay comentarios:
Publicar un comentario